Reporte de observación

Estoy sentada bajo la sobra de un árbol, cerca de la cafetería de la ENES, en espera el pumabús para dirigirme a donde vivo. Son las tres de la tarde; el clima es cálido, no tan húmedo pero tampoco tan seco. En el aire percibo olor a césped recién podado, tierra mojada y un poco a comida. Escucho la máquina de pasto, hace unos instantes pude escuchar la risa de Thelma (inconfundible) Escucho otras risas, pláticas de otros universitarios sobre clases, chismes, tareas, entre otras cosas.  Observo autos estacionados, autos que entran y salen del campus. Personas van y vienen de los edificios, de las áreas verdes. Hay quienes permanecen en la cafetería, quienes van de paso; entran y salen con vestimenta de todos los estilos y colores.